Cada día me recibe con una cara distinta . Me espera en la puerta de su casa, y a veces, jaleada por el viento, en mil caracolillos transforma su larga y plácida melena .
A ratos joven y bravía,se torna en serena y tranquila,no sabe de temores.
Su piel se oscurece con la luna para volver a brillar como un manto de plata. Voluble como una niña caprichosa , viene , me besa y se va . Luego vuelve arrepentida para surgir entre las cenizas de mi orilla.
Anhelo durante el día, ver el puente que me separa de ella y que al mismo tiempo me une.
Cuando la encuentro,me acompaña en mi camino, hermosa guía de barcos y veleros.
Sendero de buques y reflejo de estrellas. Hermoso o hermosa,
Mar u Océano,
Atlántico de Cádiz y de Huelva.
Al principio creía que era yo el que te esperaba cada día con una cara distinta ... al salir de rehabilitación. Cuando nombraste la melena me descarté. En serio, el texto muy bien, en tu línea mamá. precioso.
ResponderEliminarAntonio.