Desde el ventanal del salón de mi casa,diviso media ciudad.
Cuando me vine a vivir a este piso,lo primero que me gustó fue la vista desde la terraza.Cual si de un hotel se tratara,a veces me preparo un desayuno de esos que tomamos cuando vamos de viaje; el zumo de naranja,
café con leche,algo de fruta y tostadas con mantequilla y mermelada.Si hace buen tiempo,saco la mesita y disfruto de esa media hora, en la que comparto mi café, con los entrenamientos de un equipo de fútbol juvenil ó con el concurso de salto de caballos.Con este inicio del día,me basta con cerrar los ojos, para viajar en el tiempo y darme cuenta de la afortunada que soy con estar aquí en esta ciudad y en mi hogar.Por supuesto,no pongo la televisión ni enciendo la radio.Me basta con el ruido de los pájaros y los rayos de sol que calientan la mañana.
Me encantan los super desayunos de los viajes... por cierto, de las primeras veces que me asomé a esa terraza tuya estuve siguiendo un partido de polo, ¡algo que no había visto en la vida! y debo reconocer que el polo es más emocionante en directo que por la tele ;)
ResponderEliminarMuy bonito, Pilar. No es fácil expresar los sentimientos en tan pocas líneas. Y como, además, disfrutas... pues adelante!
ResponderEliminarTe has convertido en una de las alumnas aventajadas de la clase, no sólo por la técnica que aplicas sino por el valor sentimental de tus contenidos ¡Enhorabuena!.
ResponderEliminarHola mamá, muy bonito, aunque sé que a veces también te asomas a la ventana para verme a mí jugar al futbol :)
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